El hormigón se ha utilizado en la construcción durante miles de años, y sus primeros usos conocidos se remontan al año 6500 a. C., en Siria. Sin embargo, en los últimos siglos, los materiales utilizados para fabricar hormigón han evolucionado significativamente. En 1824, el albañil británico Joseph Aspdin perfeccionó el proceso y creó el "cemento Portland". En su forma moderna, el hormigón se ha convertido en uno de los materiales de construcción más comunes a nivel mundial.
El hormigón puede dejarse rugoso o tener un acabado con una capa de acabado, lo que crea una superficie lisa. Puede dejarse sin revestir, pero se recomienda pintarlo para protegerlo de la intemperie y mejorar su durabilidad. Sin embargo, al quitar pintura del hormigón, es importante seguir los pasos adecuados para garantizar que la integridad del hormigón se mantenga intacta.
Al quitar pintura del hormigón, este debe cumplir con los estándares de rugosidad CSP (Perfil de Superficie del Hormigón) del ICRI (Instituto Internacional de Reparación del Hormigón). Este sistema es un estándar vital en la industria para garantizar que se logre la textura adecuada para una unión exitosa de los recubrimientos.

A continuación, se presentan los métodos más comunes para eliminar pintura del hormigón:
Lavado a presión/Chorro de agua/ Hidro demolición
Este método utiliza agua a alta presión para eliminar la pintura del hormigón. Es ideal para eliminar pintura suelta o descascarada en áreas extensas. El lavado a presión es una buena solución para eliminar pinturas que no están incrustadas en el hormigón, como las pinturas de látex. Sin embargo, las pinturas que se han absorbido en el hormigón (como las pinturas en aerosol) no se pueden eliminar mediante lavado a presión, ya que ya han penetrado en la superficie. Además, puede ser más difícil eliminar pinturas antiguas, ya que cuanto más tiempo han estado en el hormigón, más han penetrado en la superficie.
Para trabajos pequeños de eliminación de pintura, el lavado a presión puede ser una solución rentable. Al requerir menos equipo y menos capacitación que otros métodos de preparación de superficies, el lavado a presión puede ser una forma rápida y eficaz de eliminar pintura del hormigón. Sin embargo, al implicar el uso de agua a presión, los residuos deben manejarse con responsabilidad, ya que pueden contener contaminantes como suciedad, grasa, aceite y productos químicos. El lavado a presión con cualquier tipo de agua también depende del clima. El frío puede dañar la hidrolavadora, las mangueras y las boquillas, y reducir la eficacia de la limpieza. Al aplicar agua a presión en climas fríos, la humedad puede causar grietas en la superficie si no se evapora antes de la congelación.
Además, el lavado a presión puede degradar las superficies de hormigón con el tiempo. El hormigón es poroso y puede absorber agua. El chorro de agua suele introducir agua en el hormigón, lo que provoca más grietas y fallos en la superficie. El humectante corroe las varillas de refuerzo, lo que debilita el soporte estructural del hormigón.
Decapado químico
Este método implica la aplicación de una solución química para ablandar y disolver la pintura curada de la superficie. Los decapantes se aplican húmedos, adhiriéndose a las partículas de pintura durante el proceso de curado. Una vez secos, se retiran, ya sea en láminas o raspando
manualmente, llevándose consigo la pintura vieja. Para proyectos pequeños, esta puede ser una opción eficaz y económica, ya que requiere herramientas y equipos mínimos. Si bien el decapado químico no requiere muchas herramientas, en casos de múltiples capas de pintura, es necesario reaplicar los decapantes varias veces para eliminarlas todas. Esto puede prolongar el tiempo de eliminación de la pintura de la superficie. Además, se requiere un tratamiento de lavado para que el concreto recupere su nivel de pH original después de usar decapantes químicos, especialmente antes de aplicar una nueva capa.
Si no se realiza correctamente, el decapado químico puede dañar el concreto. El decapante puede atascarse en las grietas y hendiduras del concreto, impidiendo la correcta adhesión de las nuevas capas. Además, algunos decapantes químicos pueden ser demasiado agresivos para ciertos tipos de concreto, lo que finalmente debilita la superficie.
Chorro abrasivo convencional
El chorro abrasivo convencional utiliza materiales abrasivos como arena, escoria de carbón y granate. Este método es eficaz para eliminar múltiples capas de pintura del concreto, incluyendo pinturas difíciles de eliminar con el decapado químico y el lavado a presión.
Sin embargo, hay varias consideraciones que se deben tener en cuenta al utilizar este método para eliminar pintura del concreto. En primer lugar, muchos abrasivos comunes tienen un alto rebote. Al realizar un granallado puntual (por ejemplo, al eliminar grafitis), las áreas cercanas suelen dañarse debido al rebote del abrasivo.
Además, las fuerzas de alto impacto del granallado convencional pueden causar microfisuras, que son pequeñas grietas en la superficie del hormigón. Con el tiempo, estas microfisuras pueden crecer, comprometiendo la resistencia e integridad del hormigón.
Granallado con esponja
El granallado con esponja es la forma más rápida y eficaz de eliminar la pintura del hormigón. Gracias a su baja generación de polvo y bajo rebote, reduce considerablemente el riesgo de dañar la superficie. Mientras que los abrasivos convencionales pueden causar microfisuras, el granallado con esponja puede eliminar la pintura y preparar la superficie según los estándares de rugosidad ICRI adecuados, sin comprometer la integridad del hormigón.
La esponja penetra en las grietas y hendiduras del hormigón, sin dejar restos de pintura en estas zonas de difícil acceso. Esto permite una mejor adhesión de los nuevos recubrimientos a la superficie.
Además, la esponja puede ser una opción más rentable que otros abrasivos. Gracias a su reciclabilidad, la cantidad de residuos generados se reduce significativamente. Esto no solo ahorra en costos de eliminación de residuos, sino que también convierte el chorreado con Sponge Media en una opción más sostenible. Este menor costo de proyecto se observa ampliamente en obras de gran tamaño.